lundi 20 août 2012

APARATO GENITAL FEMENINO



El aparato reproductor femenino es el sistema sexual femenino. Junto con el masculino, es uno de los encargados de garantizar la reproducción humana. Ambos se componen de las gónadas (órganos sexuales donde se forman los gametos y producen las hormonas sexuales), las vías genitales y los genitales externos.

EXAMEN FÍSICO DEL SISTEMA REPRODUCTOR FEMENINO.



Los genitales femeninos y las estructuras de la pelvis se examinan por inspección simple, por inspección usando el espéculo vaginal y por palpación.

Requisitos del examinador y del examen:


            Generalidades:


1. La paciente debe vaciar la vejiga.

2. La paciente debe acostarse en posición para litotomía con sus glúteos ligeramente salidos del extremo de la mesa de exploración.

3. Se flexionan y se separan los muslos; los pies se colocan en los estribos.

4. Los brazos de la paciente se colocan a los costados o se cruzan sobre el tórax.

5. Si el examen lo practica un varón, debe estar presente una mujer.

6. Se obtendrán mejores resultados en el examen si la paciente está relajada. 
 Se consigue cubriéndola de tal forma que la sábana se extienda sobre las rodillas.

7. Explicarle cada etapa del procedimiento y evitar cualquier movimiento rápido, inesperado.

8. Comprobar que las manos y el espéculo estén tibios.



Explique a la persona lo que va a realizar.

Usar guantes en ambas manos.


     Antes de tocar los genitales, toque el dorso del muslo de la mujer con el dorso de la mano, para prevenir la tensión muscular súbita con el contacto de los dedos.

Técnica de exploración. Inspección.

    
 Forma y desarrollo.
Ulceraciones.
Tumores.
Condilomas.
Irritación.
Cambios coloración.
Zonas blanquecinas.
Cicatrices


 .Inspeccione los genitales externos. Observe la presencia y la disposición del vello, el grosor de los grandes labios, el tamaño del clítoris, la presencia de un himen intacto o no, las secreciones vestibulares, el grado de abertura vulvar y la presencia o no de prolapso.
 Fíjese en el color y la pigmentación, la forma y simetría de las estructuras y si hay alguna lesión de la piel o secreción, así como en la distribución del vello pubiano.


1.     Iniciar observando la distribución del vello del pubis. Normalmente el vello púbico está distribuido en un triángulo invertido sobre la sínfisis púbica.


 Observar los labios mayores, el monte de Venus y el perineo (el tejido entre el ano y la abertura vaginal. En las vírgenes, los labios mayores son llenos y redondos. Se adelgazan en mujeres mayores y multíparas.

 Con la mano con guante separar los labios mayores y observar el clítoris, el meato uretra( y la abertura vaginal, Ver el color de la piel, si hay ulceraciones, nódulos, exudado o tumefacción.
Los labios menores y el prepucio alrededor del clítoris son de color rosado..

Observar las áreas de las glándulas de Skene y de Bartholin.  Si hay antecedentes de tumefacción de estas últimas, Palparlas colocando el dedo índice en la vagina en el extremo posterior de la abertura y el pulgar fuera de la porción posterior de la vagina.  Palpar entre los dedos índice y pulgar en busca de nódulos, hipersensibilidad y tumefacción.  Repetir en cada lado de la abertura vaginal posterior.
Puede existir o no el himen o repliegue membranoso que ocluye parcialmente la abertura vaginal.

                Sistema reproductor femenino. Técnica de exploración.

Palpación del sistema reproductor femenino.



Separación de los labios.

Tacto vaginal

Glándulas de Skene.

Glándulas de Bartholin.

Musculatura vaginal.

 Espéculo vaginal.

Separe los labios mayores y observe el introito vaginal

Separe suavemente los labios usando los dedos índice y pulgar de su mano no dominante de manera que sean visibles claramente el clítoris, el meato urinario y el orificio vaginal.

Lubricar los dedos índice y medio de la mano con guante e introducirlo en la vagina buscando nódulos, masas o irregularidades adelante y atrás.

 Localizar el cuello y los fondos de saco y obsevar si hay, hipersensibilidad, su forma, tamaño, consistencia, regularidad y movilidad del cuello.

 Colocar el dedo con guante en el fondo de saco Posterior y la mano sin guante en el abdomen, aproximadamente a la mitad entre el ombligo y la sínfisis del pubis.

. Presionar las dos manos una hacia la otra y palpar el útero notando su tamaño, forma, regularidad, consistencia, movilidad, hipersensibilidad y cualquier masa que exista.

 A continuación, colocar los dedos con guante en el fondo de saco lateral derecho y la mano sin guante en el cuadrante inferior derecho.  Palpar los ovarios si es posible, notando su forma, tamaño, consistencia, regularidad, movilidad, dolor (el ovario suele ser sensible) o masas, Repetir el procedimiento en el lado izquierdo.


 En seguida, se extrae la mano con guante dejando el dedo índice en la vagina y colocando el dedo medio en el recto.  Se repite el procedimiento de exploración bimanual.

 Si es posible, presionar el útero hacia abajo hasta el dedo rectal de tal forma que se explore tanta superficie posterior de este órgano como sea posible.

 Proseguir con la exploración rectal (véase luego).

 Al terminar la exploración se limpian los genitales y el perineo con una toalla o se le ofrece a la paciente para que lo haga por sí misma.




                                                          Examen con el especulo


 Tener disponible el especulo de tamaño adecuado y lubricado con agua tibia. (Otros lubricantes pueden impedir los estudios citológicos.)

 Iniciar introduciendo los dos primeros dedos de la mano con guante en la vagina; localizar el cuello, observando el ángulo de los dedos y la distancia desde la abertura vaginal hasta el mismo.

 Se extraen los dos dedos hasta el borde de la abertura vaginal, se presionan hacia abajo contra el perineo.  Tomar el espéculo con la otra mano; con las hojas cerradas y sosteniéndolo oblicuamente guiarlo hasta pasar los dos dedos con guante en tanto se hace presión hacia abajo. (Ello evita hacer presión dolorosa en las estructuras uretrales posteriores.) Evitar pellizcar la vagina con el espéculo.

 Una vez que se introduce el espéculo se quitan los dedos con guante del introito (abertura vaginal) y se giran las hojas del espéculo hasta la posición vertical, manteniendo la presión hacia atrás.

 A continuación se abren las hojas del espéculo y con luz directa se observa el cuello.  Se mueve el espéculo de tal forma que se vea completamente el cuello. (El cuello se encuentra dentro del fondo del saco, o parte posterior de la vagina, dividiéndolo en fondos de saco anterior, posterior, derecho e izquierdo.)

 Inspeccionar el cuello y su abertura (orificio), observando Posición, color y forma del orificio, ulceraciones, nódulos, hemorragia y exudados.

A medida que se extrae lentamente el espéculo, se observa el color de la mucosa vaginal y si hay inflamación, úlceras, masas o exudado.

 Cerrar las hojas antes de llegar al introito y extraer el espéculo sin pellizcar la pared vaginal.

La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP,)

     
       también conocida por sus siglas en inglés como PID) es el término general que se utiliza para referirse a infecciones que se presentan en el útero (matriz), las trompas de Falopio (los conductos que transportan los óvulos desde los ovarios hasta el útero) y otros órganos genitales internos y que causa síntomas como dolor en el abdomen inferior. Es una complicación grave de ciertas enfermedades de transmisión sexual (ETS), especialmente de la infección por clamidia y de la gonorrea. La EIP puede afectar las trompas de Falopio y los tejidos del útero, los ovarios y las áreas circundantes. La EIP puede provocar consecuencias graves que incluyen infertilidad, embarazo ectópico (embarazo implantado en una trompa de Falopio o en otro lugar fuera de la matriz), formación de abscesos y dolor pélvico crónico.


Entre más parejas sexuales tenga una mujer, mayor es el riesgo que tiene de contraer EIP. Asimismo, una mujer cuya pareja sexual tenga más de una pareja sexual enfrenta un mayor riesgo de contraer esta enfermedad debido a que potencialmente está expuesta a más agentes infecciosos.
 La EIP se puede presentar con síntomas leves o síntomas graves. Cuando la EIP es causada por una infección clamidial, es mas probable que la mujer experimente síntomas leves o no tenga síntomas del todo aún cuando sus órganos genitales estén siendo afectados. Debido a que los síntomas son tan poco específicos, frecuentemente la EIP no es detectada por las mujeres ni por los médicos. Las mujeres que presentan síntomas de EIP sufren, por lo general, de dolor en la parte inferior del vientre. Otros signos y síntomas incluyen fiebre, flujo vaginal poco usual que puede tener mal olor, relación sexual dolorosa, dolor al orinar, menstruación irregular y dolor en la parte superior derecha del abdomen (poco frecuente).

endometritis

salpingitis

ooforitis

carcinoma de cervix

miomatosis

    
                         El embarazo

o gravidez (del latín gravitas) es el período que transcurre entre la implantación en el útero del óvulo fecundado y el momento del parto en cuanto a los significativos cambios fisiológicos, metabólicos e incluso morfológicos que se producen en la mujer encaminados a proteger, nutrir y permitir el desarrollo del feto, como la interrupción de los ciclos menstruales, o el aumento del tamaño de las mamas para preparar la lactancia. El término gestación hace referencia a los procesos fisiológicos de crecimiento y desarrollo del feto en el interior del útero materno. En teoría, la gestación es del feto y el embarazo es de la mujer, aunque en la práctica muchas personas utilizan ambos términos como sinónimos.




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