mardi 17 juillet 2012

EXAMEN DEL ABDOMEN

                    
   El abdomen, panza o vientre es una cavidad del cuerpo humano situado entre la cara inferior del tórax y la cara superior de la pelvis y extremidades inferiores, en mamíferos, separada de la caja torácica por el diafragma. Casi todas las vísceras que contiene la cavidad abdominal pertenecen al aparato digestivo, localizadas en los 2/3 frontales del abdomen. Otros órganos como el riñón, la glándula suprarrenal y el aparato genital femenino son órganos intra-abdominales. El 1/3 posterior del abdomen comprende las vértebras lumbares, el sacro coccígeo y los huesos ilíacos.
La cavidad abdominal está dividida en dos partes, una recubierta interiormente por una membrana de tipo seroso llamada peritoneo la cual forma una cavidad virtual denominada cavidad peritoneal que comunica de forma libre con la cavidad pélvica y que contiene a los órganos del sistema digestivo; la otra se denomina cavidad retroperitoneal o simplemente retroperitoneo y alberga a los riñones y glándulas suprarrenales.
En el centro del abdomen se encuentra un punto conocido como ombligo, el cual es una importante referencia anatómica para la división topográfica superficial del mismo.
                                                      División por cuadrantes:



  • Cuadrante superior derecho: hígado y vesícula biliar; cabeza del páncreas, parte del riñón derecho, glándula suprarrenal derecha, partes del tubo digestivo (ángulo hepático del colon).
  • Cuadrante superior izquierdo: bazo, lóbulo izquierdo del hígado, cuerpo y cola del páncreas, parte del riñón izquierdo, glándula suprarrenal izquierda, partes del tubo digestivo (ángulo esplénico del colon).
  • Cuadrante inferior derecho: ciego y apéndice; ovario y trompa derecha; polo inferior del riñón y uréter derecho; otras partes del tubo digestivo (colon ascendente), canal inguinal.
  • Cuadrante inferior izquierdo: colon sigmoides y parte del colon descendente; ovario y trompa izquierda; polo inferior del riñón y uréter izquierdo, canal inguinal.
                                                        División en nueve regiones:



  • Hipocondrio derecho: lóbulo hepático derecho, vesícula biliar, parte del riñón derecho, glándula suprarrenal, ángulo hepático del colon.
  • Epigastrio: estómago, duodeno, páncreas, parte del hígado, aorta, vena cava inferior.
  • Hipocondrio izquierdo: bazo, cola del páncreas, ángulo esplénico del colon, polo superior del riñón izquierdo, glándula suprarrenal.
  • Flanco derecho: parte del riñón derecho y del colon ascendente.
  • Región umbilical: porción inferior del duodeno, intestino delgado, aorta, vena cava inferior.
  • Flanco izquierdo: parte del riñón izquierdo y del colon descendente.
  • Región ilíaca derecha: ciego, apéndice, extremo inferior del íleon, ovario, desembocadura del uréter, canal inguinal.
  • Región del hipogastrio o suprapúbica: útero, vejiga, colon sigmoides.
  • Región ilíaca izquierda: colon sigmoides, ovario, desembocadura del uréter, canal inguinal.


  El examen abdominal debe efectuarse con una iluminación adecuada y exponiendo el abdomen en forma amplia de modo de efectuar una buena observación, desde la parte baja del tórax hasta las regiones inguinales, pero sin exponer los genitales externos para respetar el pudor del paciente.  Se debe hacer con paciente acostado plano, en condiciones de comodidad tanto como para paciente como examinador el cual debe estar en lado derecho del paciente manos tibias y limpias. El abdomen debe estar descubierto completamente .hacer un examen metodico, ordenado y que aparezca seguro para el paciente. Todos los  exámenes, apresudos  rápidos y apurados, como es evidente generan error. Como objetivo principal tenemos los siguientes:

  1.                                           No tumor
  2.                                           No visceromegalia
  3.                      No signos anormales
MANIOBRAS EN LA EXPLORACION DEL ABDOMEN
  1.           INSPECCION
  2.        .PALPACION
  3.         PERCUSION
  4.         AUSCULTACION
                                              INSPECCION



Interesa ver la forma del abdomen, si existen zonas solevantadas bajo las cuales pueda haber un proceso expansivo, los movimientos respiratorios, si existen cicatrices o hernias. También puede ser importante fijarse en la presencia de manchas o lesiones de la piel, en la distribución del vello, o si existe circulación colateral anormal.
Los movimientos respiratorios se aprecian en la parte alta del abdomen. Lo normal es que con la inspiración se produzca un abombamiento de esta zona debido al descenso del diafragma que presiona y empuja las vísceras. En casos de insuficiencia respiratoria o parálisis diafragmática, en vez de un abombamiento puede ocurrir una depresión si el diafragma es arrastrado hacia arriba por la presión negativa que se genera dentro del tórax (respiración paradojal). En la parte alta del abdomen se puede observar, especialmente en personas delgada, un latido transmitido desde la aorta descendente.

Algunas cicatrices quirúrgicas que se pueden encontrar son las siguientes:
  • de McBurney: es una incisión en el cuadrante inferior derecho, paralela a las fibras musculares del músculo oblicuo externo a unos 3 cm de la espina ilíaca anterosuperior, que se usa en apendicectomías. Ocasionalmente, especialmente en apendicitis de difícil diagnóstico o complicadas con peritonitis, se usa una incisión paramediana derecha infraumbilidal, que permite un mayor campo operatorio.
  • de Kocher: es una incisión subcostal derecha, paralela al reborde costal, y que se usa para colecistectomías. Para esta operación también se usa una incisión paramediana derecha supraumbilical. Actualmente la mayoría de las colecistectomías se efectúan mediante laparoscopía y las incisiones que se encuentran son pequeñas (en reborde del ombligo y una o dos en cuadrante superior derecho).
  • Incisión mediana supraumbilical (usada para operaciones del estómago y otras estructuras del hemiabdomen superior).
  • de Pfannenstiel: es una incisión arqueada por encima de la sínfisis pubiana en el sentido del pliegue suprapúbico, que se usa para efectuar cesáreas u operaciones ginecológicas como histerectomías. Antes era frecuente que se hiciera una incisión mediana infraumbulical.
Las circulaciones venosas colaterales anormales que se pueden observar son del siguiente tipo:
  • Porto-cava: se observa cuando está aumentada la circulación venosa por las venas periumbilicales, debido a una obstrucción de la vena porta, tal como ocurre en pacientes con cirrosis hepática avanzada. Las venas irradian desde ombligo hacia la periferia y el flujo venoso sigue el mismo sentido. Da lugar a la llamada "cabeza de medusa".
  • Cava-cava: es una circulación venosa colateral que se ve cuando existe una obstrucción de la vena cava inferior; las venas se desarrollan en las regiones laterales del abdomen y la sangre fluye en sentido ascendente.


FORMA
Ø  PROMINENTE
         GRASA
         AIRE
         LIQUIDO
         HECES
Ø  APLANADO
         INFECCION PERITONEAL
DESNUTRICION
Ø  CAMBIOS EN LA PARED
        CICATRICES
        CIRCULACION VENOSA
        ESTRIAS DE DISTENSION
        BULTOS
Ø  HERNIAS
Ø  TUMORES
MOVILIDAD SEGUN MOVIMIENTOS RESPIRATORIOS
                                                     Palpación del abdomen



Se comienza efectuando una palpación superficial mediante la cual se buscan puntos dolorosos y se evalúa si la pared abdominal es depresible. Cuando existe resistencia muscular, puede ser voluntaria o involuntaria. En el primer caso puede deberse a tensión nerviosa, temor a sentir dolor, frío o cosquillas. Es necesario tranquilizar al paciente y solicitarle que se relaje. El examinador debe poner su antebrazo y mano en posición horizontal, y los dedos van examinando ejerciendo una presión suave y uniforme. Se recorre el abdomen en todos sus cuadrantes teniendo presente qué se puede llegar a palpar en cada sector de acuerdo a la anatomía normal. Cuando existe resistencia muscular involuntaria el abdomen se encuentra rígido, poco depresible. La rigidez puede ser difusa (p.ej.: peritonitis generalizada) o localizada (p.ej.: apendicitis aguda contenida). Algunos cuadros neurológicos impiden al paciente relajar bien su abdomen (p.ej.: tétanos, demencia).
A continuación se efectúan una palpación profunda mediante la cual se identifican con más detalles las estructuras intraabdominales. Es frecuente que se pueda desencadenar una molestia al presionar sobre el ciego, colon sigmoides, aorta, línea media bajo el xifoides. Al repetir la palpación con cuidado es posible que la molestia no se repita. La palpación profunda se puede efectuar con una o las dos manos. Al usar ambas manos se coloca una sobre la otra, de modo que la de más arriba ejerce la presión y la de abajo efectúa la palpación. En obesos esta técnica puede resultar conveniente. Algunas personas prefieren palpar colocando una mano al lado de la otra.
Al sentir una masa se debe precisar su localización, tamaño, forma, consistencia, sensibilidad, pulsación, movilidad y movimientos con la respiración. Ante la duda si la masa es de la pared o intraabdominal se solicita al paciente levantar su cabeza y hombros con lo que contrae los músculos abdominales: si es de la pared, sigue palpándose; si es profunda, se vuelve más difícil de sentir.
Algunas masas crecen del hipogastrio hacia arriba: vejiga distendida, tumor ovárico, útero miomatoso. También lo hace un útero grávido. En estos casos se palpa una masa con una convexidad superior. Otras masas tienen una localización diferente según procedan del apéndice, del colon, ganglios retroperitoneales, aorta, páncreas, estómago, vesícula biliar, hígado, bazo, riñones, etc. En cada caso se debe precisar cada una de los atributos que se mencionaron más arriba.
Si existe dolor es necesario precisar su localización, irradiación, maniobras que lo aumentan o lo disminuyen. Un examinador delicado trata de provocar el menor dolor posible, sin perder información necesaria para el diagnóstico. Aunque habitualmente se palpa con los dedos de la mano, algunos dolores se localizan mejor con un sólo dedo.
Algunas afecciones tienden a doler con más frecuencia en sitios específicos. Una apendicitis duele al presionar inmediatamente lateral al punto medio de una línea imaginaria que se proyecta entre el ombligo y la espina ilíaca anterosuperior. Una colecistitis aguda bajo el reborde costal derecho, lateral al borde del músculo recto abdominal. Una diverticulitis duele en el cuadrante inferior izquierdo.
Uno de los dolores más fuerte se deben a la irritación del peritoneo. En estos casos puede bastar una suave presión o incluso la sacudida que se produce al percutir para desencadenar dolor. Cuando el paciente tose, también se desencadena dolor. En las peritonitis agudas se describe el signo del rebote (signo de Blumberg) que consiste en un dolor que se produce al retirar rápidamente del abdomen los dedos que examinan. Duele más al retirar la presión que al ejercerla. Este signo se desencadena efectuando la maniobra incluso alejado del sitio de mayor dolor.

         TECNICA EXPLORATORIA
Ø  POSICION DEL ENFERMO
Ø  POSICION DEL MEDICO
Ø  MANIOBRAS DE DISTRACCION
Ø  SIGNO DE CARNETT
         A EXPLORAR
        HIGADO
         BAZO
        RIÑONES
        FOSA ILIACA DERECHA
        VESICULA BILIAR
         OTRAS MASAS
         ASCITIS
                               Palpacion del higado

         TECNICA EXPLORATORIA
         HALLAZGOS EXPLORATORIOS
        TAMAÑO
         SENSIBILIDAD
         BORDE
        SUPERFICIE
         NODULARIDAD
         CONSISTENCIA
         VALORACION DEL:
        REFLUJO HEPATOYUGULAR
        PULSO SISTOLICO HEPATICO
        SIGNO DEL TEMPANO

                        Palpación del bazo


         TECNICA EXPLORATORIA
         HALLAZGOS EXPLORATORIOS
        TAMAÑO
         LOCALIZACION,
        ESCOTADURAS,
        SENSIBILIDAD
         RASGOS DIFERENCIALES
        ANTERIOR, MOVIL
        BORDE AGUDO
        ESCOTADURAS
                                        Palpación riñones

         TECNICA EXPLORATORIA
         HALLAZGOS
        PELOTEO
         SEMIOLOGIA
        MALPOSICION,
AUMENTOS DE TAMAÑO
                             palpación de la fosa iliaca derecha

         TECNICA Y HALLAZGOS
         SIGNO DEL PSOAS
        DOLOR AL ELEVAR MIEMBRO INFERIOR DERECHO
         SIGNO DE BLUMBERG
        DOLOR A LA DESCOMPRENSION
         UTILIDAD DEL TACTO RECTAL
                                  Palpación de la vesícula biliar

         TECNICA  EXPLORATORIA
         SIGNO DE MURPHY
        DOLOR A LA COMPRENSION 
         SIGNO DE COURVOISIER-TERRIER
        VESICULA PALPABLE LLENA DE BILIS
PALPACION DE OTRAS MASAS ABDOMINALES
VALORAR
        LOCALIZACION,
         TAMAÑO
        FORMA
        BORDES
        CONSISTENCIA
         SENSIBILIDAD Y PULSATILIDAD
         LOCALIZACION
        HIPOGASTRIO
         VEJIGA O UTERO
         TECNICA EXPLORATORIA
        LINEA MEDIA
         ANEURISMA
         OTROS HALLAZGOS
        CUALQUIER LOCALIZACION
         TUMORES
         OTROS HALLAZGOS
                        VALORACION DE LA ASCITIS 
         TECNICA EXPLORATORIA
        POR PERCUSION
         MATIDEZ
         HALLAZGOS EN  ZONAS DECLIVES (SI ES LIBRE) O PARCHEADA (SI ESTA LICALIZADA)
        POR PALPACION 
         SIGNO DE LA OLEADA
         SIGNO DEL TEMPANO
                                                 Percusión del abdomen



Normalmente al percutir el abdomen se escuchan ruidos sonoros que reflejan el contenido de aire en el tubo digestivo.
Frente a un abdomen distendido, la percusión puede ayudar a diferenciar si la distensión es por acumulación de gas (meteorismo), líquido en el peritoneo (ascitis), o un aumento de volumen anormal (tumor, globo vesical, útero miomatoso, etc.).
Si el problema es acumulación de gas, se escucha una hipersonoridad o un timpanismo.
Si se trata de ascitis, al percutir el abdomen estando el paciente está decúbito supino, se delimita un área central de sonoridad normal, rodeada por una zona periférica en los flancos e hipogastrio de sonoridad mate, con una concavidad superior a nivel del hipogastrio. Como el líquido de la ascitis se desplaza con los cambios de posición, se percute también el abdomen poniendo al paciente primero en un decúbito semilateral y luego en el otro. El líquido se desplaza hacia el nivel más bajo. Con la percusión se delimita el cambio entre el sonido claro y el sonido mate que ocurre en los flancos. Se deja una marca con un lápiz, que se pueda borrar. Al mirar las marcas que se efectuaron en los flancos en cada decúbito, se puede encontrar una matidez desplazable, que si es de más de 4 cm, sugiere la presencia de ascitis. En un cuadro de íleo paralítico, en que se acumula líquido en las asas intestinales, también se puede encontrar matidez desplazable. En este caso, se deben considerar otros aspectos clínicos para hacer un diagnóstico diferencial.
Un signo que se ha usado para identificar si un paciente tiene ascitis es el signo de la ola que consiste en dar unos golpes en un hemiabdomen y ver si se reflejan ondas hacia el otro hemiabdomen (tal como ocurre al lanzar una piedra en una laguna quieta que genera ondas que migran hacia la periferia). Para evitar que las ondas que se propagan se deban a un efecto del tejido adiposo de la pared abdominal, se coloca una mano de canto en la línea media del abdomen. No es un signo confiable ya que tiene falsos positivos y falsos negativos.
Si el problema es un útero aumentado de volumen o una vejiga distendida (globo vesical), se encuentra una matidez en el hipogastrio que tiene una convexidad de sonoridad clara superior.
En el epigastrio y la parte medial del hipocondrio izquierdo se encuentra habitualmente una zona de mayor sonoridad que corresponde a aire contenido en el estómago. Esto se acentúa después de ingerir una bebida gaseosa, en que se percute timpanismo por la distensión del estómago.
En el examen del hígado, la percusión se utiliza para precisar el límite superior, por la cara anterior: se percute desde el 3er espacio intercostal a nivel de la línea medioclavicular y se va descendiendo; el nivel en que el sonido para de claro a mate corresponde al hígado. Habitualmente se ubica en el 5º a 7º espacio intercostal. Debe recordarse que este nivel puede cambiar según el paciente esté en inspiración o en espiración. Para delimitar el borde inferior del hígado se utiliza predominantemente la palpación, aunque también se puede usar la percusión. En este caso, se comienza percutiendo más abajo del reborde costal y se va subiendo por la línea medio clavicular hasta encontrar el nivel de transición entre un ruido sonoro y uno mate. Si se ha efectuado una marca entre el límite superior e inferior del hígado, se tiene la proyección hepática que normalmente es de 6 cm a 12 cm. Valores mayores a 12 cm sugieren una hepatomegalia. Ocasionalmente no se encuentra la matidez hepática por la interposición de una asa del colon entre el hígado y la pared torácica o porque existe un neumoperitoneo (p.ej.: úlcera duodenal perforada). Al delimitar el borde inferior del hígado con la percusión, se facilita la palpación posterior. Con la inspiración profunda, el hígado baja unos 2 a 4 cm. Estos cambios de la posición del hígado con la respiración deben ser considerados al estudiar la proyección hepática de modo de hacer la medición ya sea en inspiración o en espiración.
El bazo también se explora mediante la percusión. Se encuentra en una posición oblicua a nivel subcostal en el hemitórax izquierdo, por detrás de la línea medio axilar. Se percute estando el paciente en decúbito supino tratando de encontrar una pequeña área de matidez esplénica que puede estar entre la 6ª y la 10ª costilla, y que en condiciones normales no sobrepasa la línea axilar media. Si la matidez se extiende más allá de la línea axilar anterior, existiría esplenomegalia. Posteriormente el examen debe complementarse con la palpación del polo inferior del bazo

         FUNDAMENTO
         TECNICA EXPLORATORIA
         HALLAZGOS
        TIMPANISMO GASTRICO (SKODA)
        LIMITAR EL TAMAÑO DE LAS VISCERAS
        METEORISMO
        EXISTENCIA DE GAS LIBRE (PERFORACION)
                                  Percusión del  hígado
         TECNICA EXPLORATORIA
         HALLAZGOS
        VALORAR EL TAMAÑO
        HIGADO DESCENDIDO (FALSA HEPATOMEGALIA)
                                  Percusión del bazo
         TECNICA EXPLORATORIA
         HALLAZGOS
        TAMAÑO
                                   Percusión  de la ascitis

         TECNICA
         HALLAZGOS
        A TENSION,
        LIBRE
        CANTIDAD

                                    Auscultación abdomen

Lo que se trata de auscultar son ruidos que derivan de la movilidad del intestino y posibles soplos vasculares. Se efectúa antes de la percusión y la palpación ya que éstas pueden alterar los ruidos intestinaleso ruidos hidroaéreos. La auscultación debe ser metódica y cubrir los distintos cuadrantes del abdomen.
Mediante la práctica, es necesario familiarizarse con las características de los ruidos normales para poder distinguir cuándo están aumentados y cuándo disminuidos. Como todos los sonidos, se puede distinguir frecuencia, intensidad, tono y timbre. Lo normal es escuchar como clics o gorgoteos regulares, entre 5 a 35 por minuto. Cuando el gorgoteo es prolongado y de tono bajo se habla de borborigmo("gruñidos gástricos"). En las diarreas los ruidos intestinales o hidroaéreos están aumentados en frecuencia e intensidad.
Cuando el estómago está distendido con líquido porque existe una obstrucción a nivel del píloro o un poco más abajo (síndrome pilórico), o porque se ingirió una gran cantidad de líquido en las horas anteriores, al sacudir al paciente se puede auscultar en la región epigástrica un bazuqueo gástrico que son ruidos de tono alto semejantes a los que se escuchan al agitar un tonel parcialmente lleno de líquido.
Cuando existe una parálisis intestinal (íleo paralítico), desaparece el peristaltismo y con ellos, los ruidos intestinales, y se escucha un silencio abdominal. Para concluir que los ruidos intestinales están ausentes, se debe auscultar unos 3 a 5 minutos. Las asas intestinales se distienden con líquido y aire; si al paciente se le sacude, se auscultan ruidos de sucusión, semejantes al bazuqueo gástrico. Habitualmente se escuchan en todo el abdomen.
En un íleo mecánico, por obstrucción intestinal, los ruidos están aumentados junto con la mayor actividad peristáltica. Se escuchan ruidos de tono alto y en secuencias que aumentan junto con el incremento del dolor de carácter cólico.
Otros ruidos que se pueden auscultar son soplos por flujos turbulentos dentro de las arterias: aorta (en línea media, supraumbilical), renales (paramediano supraumbilical, a cada lado), ilíacas (paramediano infraumbilical, a cada lado), femorales (en las regiones inguinales). Pudieran escucharse mejor con la campana del estetoscopio. En todo enfermo hipertenso se deben buscar soplos que deriven de la estenosis de alguna de las arterias renales; se ausculta en el epigastrio, hacia lateral, y en los ángulos costovertebrales. El escuchar un soplo que ocurre durante la sístole solamente en la proyección de la aorta descendente, las ilíacas o las femorales, no implica necesariamente que exista una estenosis de la arteria; es más específico si el soplo se escucha en la sístole y la diástole.
En mujeres embarazadas se pueden auscultar los latidos cardíacos fetales a partir de las 16 a 18 semanas. Se escuchan mejor con una corneta especial que usan los obstetras y matronas.


         TECNICA EXPLORATORIA
         INTERES
        RUIDOS INTESTINALES
        SOPLOS VASCULARES



Valoración de la Masa Abdominal

-Vejiga distendida.

-Útero grávido.
-Borde resistente del músculo recto.
-Promontorio sacro.
-Arteria aorta dilatada.
-Masa fecal en sigmoides.
Movilidad de la Masa.

-Tienen desplazamiento hacia abajo(al respirar):
Hígado, bazo y riñones.

-Tienen cierta movilidad:
Tumores gástricos.

-Son muy poco móviles:
Lesiones en el colon ascendente y descendente.

-Tienen fijación completa (son fijos):
Tumor de páncreas o retroperitoneo o neoplasia maligna avanzada.

-Tienen desplazamiento libre:
Tumores en el intestino delgado, epiplón y lesiones pediculadas.
                               
                                                          Ascitis


 Ascitis consiste en la acumulación de líquido en la cavidad abdominal. Las causas de ascitis son muy variadas, desde infecciones hasta insuficiencia cardiaca,
. Suele asociarse a distintas enfermedades como cirrosis, insuficiencia cardíaca, cáncer de ovario, etc. Sin embargo, la causa más frecuente de ascitis es la cirrosis hepática, por lo que nos ocuparemos exclusivamente de ésta.
                               Síntomas de la ascitis
La ascitis frecuentemente va precedido de aumento de peso por retención de líquido. Habitualmente se asocia a edema (hinchazón) de las piernas. La acumulación de líquido en el abdomen puede llegar a ser muy marcada, causando saciedad precoz, pesadez o dolor.
Evaluación de la ascitis
El desarrollo de ascitis siempre requiere una evaluación médica. Exámenes adicionales incluyen una ecografía abdominal (con Doppler de la vena porta para evaluar su permeabilidad), exámenes de sangre (función renal, electrolitos, albúmina, etc). En ocasiones es necesario obtener una muestra de líquido ascítico mediante una punción con una aguja.
§  Paracentesis evacuadora: Consiste en puncionar el líquido con una aguja a través del abdomen para extraer el líquido acumulado, que a veces puede llegar a ser más de 10 litros. Habitualmente se indica aporte de albúmina intravenosa al momento de la paracentesis.
§  TIPS: Consiste en la inserción de una prótesis (“stent”) que comunica la vena porta con la vena suprahepática. Se instala a través de un catéter insertado en una vena del cuello. Uno de los riesgos de este procedimiento es el desarrollo de encefalopatía.
Pronóstico de la ascitis
El desarrollo de ascitis puede complicarse con insuficiencia renal (síndrome hepatorenal) o con infección del líquido ascítico (peritonitis bacteriana espontánea). La presencia de ascitis en una persona enferma del hígado se considera una indicación de trasplante hepático.



                                              Abdomen agudo




El término abdomen agudo se refiere a un cuadro grave de emergencia médica, caracterizado por síntomas y signos localizados en el abdomen, y que hacen sospechar la existencia de una enfermedad severa que afecta a alguno de los órganos intraabdominales. Por lo general es debido a razones infecciosas o inflamatorias, fenómenos deobstrucción intestinal, traumatismos o neoplasias.
La resolución de este cuadro, la mayoría de las veces, implica la realización de una cirugía abdominal.
Bajo estas circunstancias de tranquilidad y cofianza, debe procederse de forma sistemática y ordenada, con atención fundamental a:
    • Inspección.
    • Auscultación.
    • Percusión.
    • Palpación.
    • Examen rectal.
    • Examen genital.
                                         INSPECCION
 Es el primer paso de un examen abdominal y no debe de pasarse por alto dado que puede proporcionar hallazgos altamente sugestivos del proceso. Hay que prestar especial atención a:
o    Presencia de cicatrices laparotómicas previas.
o    Presencia de distensión abdominal.
o    Inspección de la región perineal y genital, la simple inspección nos puede revelar la presencia de patología a estos niveles.
                                                 AUSCULTACION
Es el segundo paso de una exploración reglada, debe hacerse por tanto antes de la palpación para aumentar su rentabilidad diagnóstica (67). Patologías graves específicas se asocian con los ruidos intestinales (frecuencia, amplitud y naturaleza), aunque sin duda, lo más importante de los ruidos intestinales es su evolución. Para una primera aproximación diagnóstica podemos establecer que:
o    Hiperactividad de los ruidos tienen alta correlación con la obstrucción intestinal.
o    Disminución o ausencia de ruidos está típicamente asociado con perforación, apendicitis y pequeñas obstrucciones intestinales.
                                             PERCUSION
Este paso puede ser muy útil en la demostración de signos peritoneales. El simple toque producido por la percusión puede ser suficiente para obtener el signo de rebote. No obstante hay algunas situaciones como la ascitis donde la percusión tiene un papel limitado.
·         En la percusión vamos a apreciar fundamentalmente la presencia de timpanismo o matidez. La matidez suele relacionarse con la presencia de ascitis, por el contrario el timpanismo suele encontrarse en la obstrucción y en la perforación. Muy sugestivo de perforación es la presencia de timpanismo sobre la zona hepática estando el enfermo en posición de decúbito lateral izquierdo.
                                                       PALPACION

Es el cuarto paso de un examen abdominal y a su vez es el paso más informativo del examen. No obstante Stanilad et al (13) apuntan que solo 1/3 de casos presentan dolor sobre la zona correspondiente al órgano lesionado. Aunque son muchos los datos que se pueden obtener en una palpación correcta del abdomen, hemos de prestar atención a:
·         Iniciar la exploración en la zona distante a la localización del dolor y acercarse a este de forma progresiva. La intensidad de la sensibilidad es muy poco útil dado su extrema subjetividad.
    • Presencia de dolor de rebote o Signo de Blumberg: Es indicativo de inflamación del peritoneo. Para que sea significativo, debe realizarse de forma correcta así ha de palparse con la palma de la mano extendida, manteniendo una presión constante, si esta no es dolorosa raramente habrá rebote; debe mantenerse la presión unos 30-60 segundos de esta manera el dolor originado por la presión irá disminuyendo, cuando esté desprevenido el enfermo se soltará bruscamente la mano del abdomen, bajo estas circunstancias una simple muesca es indicativo de rebote positivo. No podemos olvidar que el hecho de tener signo de rebote positivo, no indica indefectiblemente patología quirúrgica, dado que hasta un 20% de procesos patológicos intrabdominales no quirúrgicos presentan signo de rebote positivo (3567).
    • Presencia de defensa muscular y contractura. Lo más importante de este apartado es diferenciar la contractura voluntaria que realiza el enfermo por la simple palpación de aquella otra involuntaria que está presente por muy minuciosa que sea la exploración. La presencia de contractura involuntaria indica peritonitis y necesidad de cirugía (67).
    • Signo de Murphy: Es un signo clásicamente descrito como guía del diagnóstico de colecistitis. Consiste en realizar la palpación por debajo del reborde costal derecho, esto produce un aumento del dolor cuando el paciente realiza una inspiración profunda al chocar la vesícula inflamada con la mano.
    • Hemos de explorar también los movimientos de la pared abdominal para descartar patología a este nivel. Se apoya la palma de la mano sobre la parte superior del abdomen y se invita al enfermo a que realice una inspiración profunda intentando que su estómago choque con nuestra mano, si con esta maniobra el dolor no aumenta la movilidad de la pared es normal.
                                           EXAMEN RECTAL
Es de suma importancia realizar una exploración del recto-ano-perine en busca de:
o    Dolor excesivo no atribuible a la propia exploración, así como la determinación de la presencia de puntos dolorosos. La prostatitis y la inflamación de las vesículas seminales pueden simular un abdomen agudo.
o    Presencia de tumefacciones o zonas de supuración.
o    Inspección del guante una vez realizado el tacto rectal en busca de sangre, moco u otros productos patológicos.

                                                     EXAMEN GENITAL

Imprescindible en toda exploración abdominal. Suma importancia tiene la palpación de los orificios herniarios, ya que las hernias puede producir un cuadro de abdomen agudo, sobre todo si se complican con incarceración. Un examen ginecológico debe completar la exploración. 



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