El abdomen, panza o vientre es una cavidad del cuerpo
humano situado
entre la cara inferior del tórax y la cara superior de la pelvis y extremidades
inferiores, en mamíferos, separada de la caja torácica por el diafragma. Casi todas las vísceras que contiene la cavidad
abdominal pertenecen al aparato digestivo, localizadas en los 2/3 frontales del abdomen.
Otros órganos como el riñón, la glándula
suprarrenal y
el aparato
genital femenino son
órganos intra-abdominales. El 1/3 posterior del abdomen comprende las vértebras lumbares, el sacro coccígeo y los huesos ilíacos.
La cavidad abdominal
está dividida en dos partes, una recubierta interiormente por una membrana de tipo seroso llamada peritoneo la cual forma una cavidad virtual denominada cavidad peritoneal que comunica de forma libre con la cavidad pélvica y que contiene a los órganos del sistema digestivo;
la otra se denomina cavidad retroperitoneal o simplemente retroperitoneo y alberga a los
riñones y glándulas suprarrenales.
En el centro del abdomen
se encuentra un punto conocido como ombligo, el cual es una importante referencia anatómica para la
división topográfica superficial del mismo.
- Cuadrante superior derecho: hígado y vesícula biliar;
cabeza del páncreas, parte del riñón derecho, glándula suprarrenal
derecha, partes del tubo digestivo (ángulo hepático del colon).
- Cuadrante superior izquierdo: bazo, lóbulo izquierdo del
hígado, cuerpo y cola del páncreas, parte del riñón izquierdo, glándula
suprarrenal izquierda, partes del tubo digestivo (ángulo esplénico del
colon).
- Cuadrante inferior derecho: ciego y apéndice; ovario y
trompa derecha; polo inferior del riñón y uréter derecho; otras partes del
tubo digestivo (colon ascendente), canal inguinal.
- Cuadrante inferior izquierdo: colon sigmoides y parte del
colon descendente; ovario y trompa izquierda; polo inferior del riñón y
uréter izquierdo, canal inguinal.
- Hipocondrio derecho: lóbulo hepático derecho, vesícula biliar, parte del
riñón derecho, glándula suprarrenal, ángulo hepático del colon.
- Epigastrio: estómago, duodeno, páncreas, parte del hígado, aorta,
vena cava inferior.
- Hipocondrio izquierdo: bazo, cola del páncreas, ángulo esplénico del colon,
polo superior del riñón izquierdo, glándula suprarrenal.
- Flanco derecho: parte del riñón derecho y del colon ascendente.
- Región umbilical: porción inferior del duodeno, intestino delgado,
aorta, vena cava inferior.
- Flanco izquierdo: parte del riñón izquierdo y del colon descendente.
- Región ilíaca derecha: ciego, apéndice, extremo inferior del íleon, ovario,
desembocadura del uréter, canal inguinal.
- Región del hipogastrio o suprapúbica: útero, vejiga, colon
sigmoides.
- Región ilíaca izquierda: colon sigmoides, ovario, desembocadura del uréter,
canal inguinal.
El examen abdominal debe efectuarse con una
iluminación adecuada y exponiendo el abdomen en forma amplia de modo de
efectuar una buena observación, desde la parte baja del tórax hasta las
regiones inguinales, pero sin exponer los genitales externos para respetar el
pudor del paciente. Se debe hacer
con paciente acostado plano, en condiciones de comodidad tanto como para
paciente como examinador el cual debe estar en lado derecho del paciente
manos tibias y limpias. El abdomen debe estar descubierto completamente .hacer
un examen metodico, ordenado y que aparezca seguro para el paciente. Todos los exámenes, apresudos rápidos y apurados, como es evidente generan error.
Como objetivo principal tenemos los siguientes:
- No tumor
- No visceromegalia
- No signos anormales
MANIOBRAS EN LA EXPLORACION DEL ABDOMEN
- INSPECCION
- .PALPACION
- PERCUSION
- AUSCULTACION
Interesa ver la forma del abdomen, si existen
zonas solevantadas bajo las cuales pueda haber un proceso expansivo, los
movimientos respiratorios, si existen cicatrices o hernias. También puede ser
importante fijarse en la presencia de manchas o lesiones de la piel, en la
distribución del vello, o si existe circulación colateral anormal.
Los movimientos respiratorios se aprecian en la parte
alta del abdomen. Lo normal es que con la inspiración se produzca un
abombamiento de esta zona debido al descenso del diafragma que presiona y
empuja las vísceras. En casos de insuficiencia respiratoria o parálisis
diafragmática, en vez de un abombamiento puede ocurrir una depresión si el
diafragma es arrastrado hacia arriba por la presión negativa que se genera
dentro del tórax (respiración paradojal). En la parte alta del abdomen
se puede observar, especialmente en personas delgada, un latido transmitido
desde la aorta descendente.
Algunas cicatrices quirúrgicas que se pueden encontrar son las
siguientes:
- de McBurney: es una
incisión en el cuadrante inferior derecho, paralela a las fibras
musculares del músculo oblicuo externo a unos 3 cm de la espina ilíaca
anterosuperior, que se usa en apendicectomías. Ocasionalmente, especialmente
en apendicitis de difícil diagnóstico o complicadas con peritonitis, se
usa una incisión paramediana derecha infraumbilidal, que
permite un mayor campo operatorio.
- de Kocher: es una
incisión subcostal derecha, paralela al reborde costal, y que se usa para
colecistectomías. Para esta operación también se usa una incisión paramediana
derecha supraumbilical. Actualmente la mayoría de las colecistectomías
se efectúan mediante laparoscopía y las incisiones que se encuentran son
pequeñas (en reborde del ombligo y una o dos en cuadrante superior
derecho).
- Incisión mediana
supraumbilical (usada para operaciones del estómago y otras
estructuras del hemiabdomen superior).
- de Pfannenstiel: es
una incisión arqueada por encima de la sínfisis pubiana en el sentido del
pliegue suprapúbico, que se usa para efectuar cesáreas u operaciones
ginecológicas como histerectomías. Antes era frecuente que se hiciera una
incisión mediana infraumbulical.
Las circulaciones venosas colaterales anormales que se pueden
observar son del siguiente tipo:
- Porto-cava: se observa cuando está
aumentada la circulación venosa por las venas periumbilicales, debido a
una obstrucción de la vena porta, tal como ocurre en pacientes con
cirrosis hepática avanzada. Las venas irradian desde ombligo hacia la
periferia y el flujo venoso sigue el mismo sentido. Da lugar a la llamada
"cabeza de medusa".
- Cava-cava: es una circulación venosa
colateral que se ve cuando existe una obstrucción de la vena cava
inferior; las venas se desarrollan en las regiones laterales del abdomen y
la sangre fluye en sentido ascendente.
FORMA
Ø PROMINENTE
•
GRASA
•
AIRE
•
LIQUIDO
•
HECES
Ø APLANADO
•
INFECCION
PERITONEAL
DESNUTRICION
Ø CAMBIOS EN LA PARED
–
CICATRICES
–
CIRCULACION
VENOSA
–
ESTRIAS
DE DISTENSION
–
BULTOS
Ø HERNIAS
Ø TUMORES
MOVILIDAD
SEGUN MOVIMIENTOS RESPIRATORIOS
Se comienza efectuando una palpación superficial mediante la cual se buscan puntos
dolorosos y se evalúa si la pared abdominal es depresible. Cuando existe
resistencia muscular, puede ser voluntaria o involuntaria. En el primer caso
puede deberse a tensión nerviosa, temor a sentir dolor, frío o cosquillas. Es
necesario tranquilizar al paciente y solicitarle que se relaje. El examinador
debe poner su antebrazo y mano en posición horizontal, y los dedos van
examinando ejerciendo una presión suave y uniforme. Se recorre el abdomen en
todos sus cuadrantes teniendo presente qué se puede llegar a palpar en cada
sector de acuerdo a la anatomía normal. Cuando existe resistencia muscular
involuntaria el abdomen se encuentra rígido, poco depresible. La rigidez puede
ser difusa (p.ej.: peritonitis generalizada) o localizada (p.ej.: apendicitis
aguda contenida). Algunos cuadros neurológicos impiden al paciente relajar bien
su abdomen (p.ej.: tétanos, demencia).
A continuación se efectúan una palpación profunda mediante la cual se identifican con
más detalles las estructuras intraabdominales. Es frecuente que se pueda
desencadenar una molestia al presionar sobre el ciego, colon sigmoides, aorta,
línea media bajo el xifoides. Al repetir la palpación con cuidado es posible
que la molestia no se repita. La palpación profunda se puede efectuar con una o
las dos manos. Al usar ambas manos se coloca una sobre la otra, de modo que la
de más arriba ejerce la presión y la de abajo efectúa la palpación. En obesos
esta técnica puede resultar conveniente. Algunas personas prefieren palpar
colocando una mano al lado de la otra.
Al sentir una masa se debe precisar su localización, tamaño, forma,
consistencia, sensibilidad, pulsación, movilidad y movimientos con la
respiración. Ante la duda si la masa es de la pared o intraabdominal se
solicita al paciente levantar su cabeza y hombros con lo que contrae los
músculos abdominales: si es de la pared, sigue palpándose; si es profunda, se
vuelve más difícil de sentir.
Algunas masas crecen del hipogastrio hacia arriba: vejiga
distendida, tumor ovárico, útero miomatoso. También lo hace un útero grávido.
En estos casos se palpa una masa con una convexidad superior. Otras masas
tienen una localización diferente según procedan del apéndice, del colon,
ganglios retroperitoneales, aorta, páncreas, estómago, vesícula biliar, hígado,
bazo, riñones, etc. En cada caso se debe precisar cada una de los atributos que
se mencionaron más arriba.
Si existe dolor es necesario precisar su localización,
irradiación, maniobras que lo aumentan o lo disminuyen. Un examinador delicado
trata de provocar el menor dolor posible, sin perder información necesaria para
el diagnóstico. Aunque habitualmente se palpa con los dedos de la mano, algunos
dolores se localizan mejor con un sólo dedo.
Algunas afecciones tienden a doler con más frecuencia en
sitios específicos. Una apendicitis duele al presionar inmediatamente lateral
al punto medio de una línea imaginaria que se proyecta entre el ombligo y la
espina ilíaca anterosuperior. Una colecistitis aguda bajo el reborde costal
derecho, lateral al borde del músculo recto abdominal. Una diverticulitis duele
en el cuadrante inferior izquierdo.
Uno de los dolores más fuerte se deben a la irritación
del peritoneo. En estos casos puede bastar una suave presión o incluso la
sacudida que se produce al percutir para desencadenar dolor. Cuando el paciente
tose, también se desencadena dolor. En las peritonitis agudas se describe el signo del rebote (signo de Blumberg) que
consiste en un dolor que se produce al retirar rápidamente del abdomen los
dedos que examinan. Duele más al retirar la presión que al ejercerla. Este
signo se desencadena efectuando la maniobra incluso alejado del sitio de mayor
dolor.
•
TECNICA
EXPLORATORIA
Ø POSICION DEL ENFERMO
Ø POSICION DEL MEDICO
Ø MANIOBRAS DE DISTRACCION
Ø SIGNO DE CARNETT
•
A
EXPLORAR
–
HIGADO
–
BAZO
–
RIÑONES
–
FOSA
ILIACA DERECHA
–
VESICULA
BILIAR
–
OTRAS MASAS
–
ASCITIS
•
TECNICA
EXPLORATORIA
•
HALLAZGOS
EXPLORATORIOS
–
TAMAÑO
–
SENSIBILIDAD
–
BORDE
–
SUPERFICIE
–
NODULARIDAD
–
CONSISTENCIA
•
VALORACION
DEL:
–
REFLUJO
HEPATOYUGULAR
–
PULSO
SISTOLICO HEPATICO
–
SIGNO
DEL TEMPANO
•
TECNICA
EXPLORATORIA
•
HALLAZGOS
EXPLORATORIOS
–
TAMAÑO
–
LOCALIZACION,
–
ESCOTADURAS,
–
SENSIBILIDAD
•
RASGOS
DIFERENCIALES
–
ANTERIOR,
MOVIL
–
BORDE
AGUDO
–
ESCOTADURAS
•
TECNICA
EXPLORATORIA
•
HALLAZGOS
–
PELOTEO
•
SEMIOLOGIA
–
MALPOSICION,
AUMENTOS
DE TAMAÑO
•
TECNICA
Y HALLAZGOS
•
SIGNO
DEL PSOAS
–
DOLOR
AL ELEVAR MIEMBRO INFERIOR DERECHO
•
SIGNO
DE BLUMBERG
–
DOLOR
A LA DESCOMPRENSION
•
UTILIDAD
DEL TACTO RECTAL
•
TECNICA EXPLORATORIA
•
SIGNO
DE MURPHY
–
DOLOR
A LA COMPRENSION
•
SIGNO
DE COURVOISIER-TERRIER
–
VESICULA
PALPABLE LLENA DE BILIS
PALPACION DE OTRAS MASAS
ABDOMINALES
VALORAR
–
LOCALIZACION,
–
TAMAÑO
–
FORMA
–
BORDES
–
CONSISTENCIA
–
SENSIBILIDAD Y PULSATILIDAD
•
LOCALIZACION
–
HIPOGASTRIO
•
VEJIGA
O UTERO
•
TECNICA
EXPLORATORIA
–
LINEA
MEDIA
•
ANEURISMA
•
OTROS
HALLAZGOS
–
CUALQUIER
LOCALIZACION
•
TUMORES
•
OTROS
HALLAZGOS
VALORACION DE LA
ASCITIS
•
TECNICA
EXPLORATORIA
–
POR
PERCUSION
•
MATIDEZ
•
HALLAZGOS
EN ZONAS DECLIVES (SI ES LIBRE) O
PARCHEADA (SI ESTA LICALIZADA)
–
POR
PALPACION
•
SIGNO
DE LA OLEADA
•
SIGNO
DEL TEMPANO
Normalmente al percutir el abdomen se
escuchan ruidos sonoros que reflejan el contenido de aire en el tubo digestivo.
Frente a un abdomen distendido, la percusión puede ayudar
a diferenciar si la distensión es por acumulación de gas (meteorismo), líquido
en el peritoneo (ascitis), o un aumento de volumen anormal (tumor, globo
vesical, útero miomatoso, etc.).
Si el problema es acumulación de gas, se escucha una
hipersonoridad o un timpanismo.
Si se trata de ascitis,
al percutir el abdomen estando el paciente está decúbito supino, se delimita un
área central de sonoridad normal, rodeada por una zona periférica en los
flancos e hipogastrio de sonoridad mate, con una concavidad superior a nivel
del hipogastrio. Como el líquido de la ascitis se desplaza con los cambios de
posición, se percute también el abdomen poniendo al paciente primero en un
decúbito semilateral y luego en el otro. El líquido se desplaza hacia el nivel
más bajo. Con la percusión se delimita el cambio entre el sonido claro y el
sonido mate que ocurre en los flancos. Se deja una marca con un lápiz, que se
pueda borrar. Al mirar las marcas que se efectuaron en los flancos en cada
decúbito, se puede encontrar una matidez
desplazable, que si es de más de 4 cm, sugiere la presencia de ascitis. En
un cuadro de íleo paralítico, en que se acumula líquido en las asas
intestinales, también se puede encontrar matidez desplazable. En este caso, se
deben considerar otros aspectos clínicos para hacer un diagnóstico diferencial.
Un signo que se ha usado para identificar si un paciente
tiene ascitis es el signo de
la ola que consiste en dar
unos golpes en un hemiabdomen y ver si se reflejan ondas hacia el otro
hemiabdomen (tal como ocurre al lanzar una piedra en una laguna quieta que
genera ondas que migran hacia la periferia). Para evitar que las ondas que se
propagan se deban a un efecto del tejido adiposo de la pared abdominal, se
coloca una mano de canto en la línea media del abdomen. No es un signo
confiable ya que tiene falsos positivos y falsos negativos.
Si el problema es un útero aumentado de volumen o una
vejiga distendida (globo vesical), se encuentra una matidez en el
hipogastrio que tiene una convexidad de sonoridad clara superior.
En el epigastrio y la parte medial del hipocondrio
izquierdo se encuentra habitualmente una zona de mayor sonoridad que
corresponde a aire contenido en el estómago. Esto se acentúa después de ingerir
una bebida gaseosa, en que se percute timpanismo por la distensión del
estómago.
En el examen del hígado, la percusión se utiliza para
precisar el límite superior, por la cara anterior: se percute desde el 3er
espacio intercostal a nivel de la línea medioclavicular y se va descendiendo;
el nivel en que el sonido para de claro a mate corresponde al hígado.
Habitualmente se ubica en el 5º a 7º espacio intercostal. Debe recordarse que
este nivel puede cambiar según el paciente esté en inspiración o en espiración.
Para delimitar el borde inferior del hígado se utiliza predominantemente la
palpación, aunque también se puede usar la percusión. En este caso, se comienza
percutiendo más abajo del reborde costal y se va subiendo por la línea medio
clavicular hasta encontrar el nivel de transición entre un ruido sonoro y uno
mate. Si se ha efectuado una marca entre el límite superior e inferior del
hígado, se tiene la proyección hepática que normalmente es de 6 cm a 12 cm.
Valores mayores a 12 cm sugieren una hepatomegalia. Ocasionalmente no se
encuentra la matidez hepática por la interposición de una asa del colon entre
el hígado y la pared torácica o porque existe un neumoperitoneo (p.ej.: úlcera
duodenal perforada). Al delimitar el borde inferior del hígado con la
percusión, se facilita la palpación posterior. Con la inspiración profunda, el
hígado baja unos 2 a 4 cm. Estos cambios de la posición del hígado con la
respiración deben ser considerados al estudiar la proyección hepática de modo de hacer la medición ya sea en
inspiración o en espiración.
El bazo también se explora mediante la percusión. Se
encuentra en una posición oblicua a nivel subcostal en el hemitórax izquierdo,
por detrás de la línea medio axilar. Se percute estando el paciente en decúbito
supino tratando de encontrar una pequeña área de matidez esplénica que puede
estar entre la 6ª y la 10ª costilla, y que en condiciones normales no sobrepasa
la línea axilar media. Si la matidez se extiende más allá de la línea axilar
anterior, existiría esplenomegalia. Posteriormente el examen debe
complementarse con la palpación del polo inferior del bazo
•
FUNDAMENTO
•
TECNICA
EXPLORATORIA
•
HALLAZGOS
–
TIMPANISMO
GASTRICO (SKODA)
–
LIMITAR
EL TAMAÑO DE LAS VISCERAS
–
METEORISMO
–
EXISTENCIA
DE GAS LIBRE (PERFORACION)
Percusión del hígado
•
TECNICA
EXPLORATORIA
•
HALLAZGOS
–
VALORAR
EL TAMAÑO
–
HIGADO
DESCENDIDO (FALSA HEPATOMEGALIA)
Percusión del bazo
•
TECNICA
EXPLORATORIA
•
HALLAZGOS
–
TAMAÑO
Percusión
de la ascitis
•
TECNICA
•
HALLAZGOS
–
A
TENSION,
–
LIBRE
–
CANTIDAD
Lo que se trata de auscultar son ruidos que
derivan de la movilidad del intestino y posibles soplos vasculares. Se efectúa
antes de la percusión y la palpación ya que éstas pueden alterar los ruidos intestinaleso ruidos hidroaéreos. La
auscultación debe ser metódica y cubrir los distintos cuadrantes del abdomen.
Mediante la práctica, es necesario familiarizarse con las
características de los ruidos normales para poder distinguir cuándo están
aumentados y cuándo disminuidos. Como todos los sonidos, se puede distinguir
frecuencia, intensidad, tono y timbre. Lo normal es escuchar como clics o gorgoteos
regulares, entre 5 a 35 por minuto. Cuando el gorgoteo es prolongado y de tono
bajo se habla de borborigmo("gruñidos
gástricos"). En las diarreas los ruidos intestinales o hidroaéreos están
aumentados en frecuencia e intensidad.
Cuando el estómago está distendido con líquido porque
existe una obstrucción a nivel del píloro o un poco más abajo (síndrome
pilórico), o porque se ingirió una gran cantidad de líquido en las horas
anteriores, al sacudir al paciente se puede auscultar en la región epigástrica
un bazuqueo gástrico que son ruidos de tono alto semejantes
a los que se escuchan al agitar un tonel parcialmente lleno de líquido.
Cuando existe una parálisis intestinal (íleo
paralítico), desaparece el peristaltismo y con ellos, los ruidos
intestinales, y se escucha un silencio
abdominal. Para concluir que los ruidos intestinales están ausentes, se
debe auscultar unos 3 a 5 minutos. Las asas intestinales se distienden con
líquido y aire; si al paciente se le sacude, se auscultan ruidos de sucusión, semejantes
al bazuqueo gástrico. Habitualmente se escuchan en
todo el abdomen.
En un íleo
mecánico, por obstrucción intestinal, los ruidos están aumentados junto con
la mayor actividad peristáltica. Se escuchan ruidos de tono alto y en
secuencias que aumentan junto con el incremento del dolor de carácter cólico.
Otros ruidos que se pueden auscultar son soplos por
flujos turbulentos dentro de las arterias: aorta (en línea media,
supraumbilical), renales (paramediano supraumbilical, a cada lado), ilíacas
(paramediano infraumbilical, a cada lado), femorales (en las regiones
inguinales). Pudieran escucharse mejor con la campana del estetoscopio. En todo
enfermo hipertenso se deben buscar soplos que deriven de la estenosis de alguna
de las arterias renales; se ausculta en el epigastrio, hacia lateral, y en los
ángulos costovertebrales. El escuchar un soplo que ocurre durante la sístole
solamente en la proyección de la aorta descendente, las ilíacas o las
femorales, no implica necesariamente que exista una estenosis de la arteria; es
más específico si el soplo se escucha en la sístole y la diástole.
En mujeres embarazadas se pueden auscultar los latidos cardíacos fetales a partir de las 16 a 18 semanas. Se
escuchan mejor con una corneta especial que usan los obstetras y matronas.
•
TECNICA
EXPLORATORIA
•
INTERES
–
RUIDOS
INTESTINALES
–
SOPLOS
VASCULARES
Ascitis consiste en la acumulación de líquido en la cavidad abdominal. Las causas de ascitis son muy variadas, desde infecciones hasta insuficiencia cardiaca, . Suele asociarse a distintas enfermedades como cirrosis, insuficiencia cardíaca, cáncer de ovario, etc. Sin embargo, la causa más frecuente de ascitis es la cirrosis hepática, por lo que nos ocuparemos exclusivamente de ésta.
Abdomen agudo
Valoración de la Masa Abdominal
-Vejiga
distendida.
-Útero
grávido.
-Borde
resistente del músculo recto.
-Promontorio
sacro.
-Arteria
aorta dilatada.
-Masa
fecal en sigmoides.
Movilidad de la Masa.
-Tienen
desplazamiento hacia abajo(al respirar):
Hígado,
bazo y riñones.
-Tienen
cierta movilidad:
Tumores
gástricos.
-Son
muy poco móviles:
Lesiones
en el colon ascendente y descendente.
-Tienen
fijación completa (son fijos):
Tumor
de páncreas o retroperitoneo o neoplasia maligna avanzada.
-Tienen
desplazamiento libre:
Tumores
en el intestino delgado, epiplón y lesiones pediculadas.
Ascitis
Ascitis consiste en la acumulación de líquido en la cavidad abdominal. Las causas de ascitis son muy variadas, desde infecciones hasta insuficiencia cardiaca, . Suele asociarse a distintas enfermedades como cirrosis, insuficiencia cardíaca, cáncer de ovario, etc. Sin embargo, la causa más frecuente de ascitis es la cirrosis hepática, por lo que nos ocuparemos exclusivamente de ésta.
Síntomas
de la ascitis
La
ascitis frecuentemente va precedido de aumento de peso por retención de
líquido. Habitualmente se asocia a edema (hinchazón) de las piernas. La
acumulación de líquido en el abdomen puede llegar a ser muy marcada, causando
saciedad precoz, pesadez o dolor.
Evaluación
de la ascitis
El desarrollo de ascitis siempre requiere una evaluación
médica. Exámenes adicionales incluyen una ecografía abdominal (con Doppler de
la vena porta para evaluar su permeabilidad), exámenes de sangre (función
renal, electrolitos, albúmina, etc). En ocasiones es
necesario obtener una muestra de líquido ascítico mediante una punción con una
aguja.
§
Paracentesis evacuadora: Consiste en puncionar el
líquido con una aguja a través del abdomen para extraer el líquido acumulado,
que a veces puede llegar a ser más de 10 litros. Habitualmente se indica aporte
de albúmina intravenosa al momento de la paracentesis.
§
TIPS: Consiste en la inserción de
una prótesis (“stent”) que comunica la vena porta con la vena suprahepática. Se
instala a través de un catéter insertado en una vena del cuello. Uno de los
riesgos de este procedimiento es el desarrollo de encefalopatía.
Pronóstico de la ascitis
El desarrollo de ascitis puede complicarse con
insuficiencia renal (síndrome hepatorenal) o con infección del líquido ascítico
(peritonitis bacteriana espontánea). La presencia de ascitis en una persona
enferma del hígado se considera una indicación de trasplante hepático.
El término abdomen agudo se
refiere a un cuadro grave de emergencia
médica, caracterizado por síntomas y signos localizados en el abdomen, y que hacen sospechar la
existencia de una enfermedad severa que afecta a alguno de los órganos
intraabdominales. Por lo general es debido a razones infecciosas o inflamatorias, fenómenos deobstrucción
intestinal, traumatismos o neoplasias.
La resolución de este
cuadro, la mayoría de las veces, implica la realización de una cirugía abdominal.
Bajo
estas circunstancias de tranquilidad y cofianza, debe procederse de forma
sistemática y ordenada, con atención fundamental a:
- Inspección.
- Auscultación.
- Percusión.
- Palpación.
- Examen
rectal.
- Examen
genital.
INSPECCION
Es el
primer paso de un examen abdominal y no debe de pasarse por alto dado que puede
proporcionar hallazgos altamente sugestivos del proceso. Hay que prestar
especial atención a:
o Presencia de cicatrices
laparotómicas previas.
o
Presencia de distensión abdominal.
o Inspección de la región
perineal y genital, la simple inspección nos puede revelar la presencia de
patología a estos niveles.
AUSCULTACION
Es el segundo paso de una exploración
reglada, debe hacerse por tanto antes de la palpación para aumentar su
rentabilidad diagnóstica (6, 7). Patologías graves específicas se asocian con los
ruidos intestinales (frecuencia, amplitud y naturaleza), aunque sin duda, lo
más importante de los ruidos intestinales es su evolución. Para
una primera aproximación diagnóstica podemos establecer que:
o Hiperactividad de los
ruidos tienen alta correlación con la obstrucción intestinal.
o Disminución o ausencia de
ruidos está típicamente asociado con perforación, apendicitis y pequeñas
obstrucciones intestinales.
PERCUSION
Este paso puede ser muy útil en la
demostración de signos peritoneales. El simple toque producido por la percusión
puede ser suficiente para obtener el signo de rebote. No obstante hay algunas
situaciones como la ascitis donde la percusión tiene un papel limitado.
·
En la percusión vamos a apreciar
fundamentalmente la presencia de timpanismo o matidez. La matidez suele
relacionarse con la presencia de ascitis, por el contrario el timpanismo suele
encontrarse en la obstrucción y en la perforación. Muy sugestivo de perforación
es la presencia de timpanismo sobre la zona hepática estando el enfermo en
posición de decúbito lateral izquierdo.
PALPACION
Es el cuarto paso de un
examen abdominal y a su vez es el paso más informativo del examen. No obstante
Stanilad et al (13) apuntan que solo 1/3 de
casos presentan dolor sobre la zona correspondiente al órgano lesionado. Aunque
son muchos los datos que se pueden obtener en una palpación correcta del
abdomen, hemos de prestar atención a:
·
Iniciar la exploración en la zona distante a
la localización del dolor y acercarse a este de forma progresiva. La intensidad
de la sensibilidad es muy poco útil dado su extrema subjetividad.
- Presencia
de dolor de rebote o Signo de Blumberg: Es indicativo de inflamación del
peritoneo. Para que sea significativo, debe realizarse de forma correcta
así ha de palparse con la palma de la mano extendida, manteniendo una
presión constante, si esta no es dolorosa raramente habrá rebote; debe
mantenerse la presión unos 30-60 segundos de esta manera el dolor
originado por la presión irá disminuyendo, cuando esté desprevenido el
enfermo se soltará bruscamente la mano del abdomen, bajo estas
circunstancias una simple muesca es indicativo de rebote positivo. No
podemos olvidar que el hecho de tener signo de rebote positivo, no indica
indefectiblemente patología quirúrgica, dado que hasta un 20% de procesos
patológicos intrabdominales no quirúrgicos presentan signo de rebote
positivo (3, 5, 6, 7).
- Presencia
de defensa muscular y contractura. Lo más importante de este apartado es
diferenciar la contractura voluntaria que realiza el enfermo por la
simple palpación de aquella otra involuntaria que está presente por muy
minuciosa que sea la exploración. La presencia de contractura
involuntaria indica peritonitis y necesidad de cirugía (6, 7).
- Signo de
Murphy: Es un signo clásicamente descrito como guía del diagnóstico de
colecistitis. Consiste en realizar la palpación por debajo del reborde
costal derecho, esto produce un aumento del dolor cuando el paciente
realiza una inspiración profunda al chocar la vesícula inflamada con la
mano.
- Hemos de
explorar también los movimientos de la pared abdominal para descartar
patología a este nivel. Se apoya la palma de la mano sobre la parte
superior del abdomen y se invita al enfermo a que realice una inspiración
profunda intentando que su estómago choque con nuestra mano, si con esta
maniobra el dolor no aumenta la movilidad de la pared es normal.
EXAMEN RECTAL
Es de suma importancia realizar una
exploración del recto-ano-perine en busca de:
o Dolor excesivo no
atribuible a la propia exploración, así como la determinación de la presencia
de puntos dolorosos. La prostatitis y la inflamación de las vesículas seminales
pueden simular un abdomen agudo.
o Presencia de tumefacciones
o zonas de supuración.
o Inspección del guante una
vez realizado el tacto rectal en busca de sangre, moco u otros productos
patológicos.
EXAMEN GENITAL
Imprescindible en toda exploración abdominal.
Suma importancia tiene la palpación de los orificios herniarios, ya que las
hernias puede producir un cuadro de abdomen agudo, sobre todo si se complican
con incarceración. Un examen ginecológico debe completar la
exploración.
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